Muhámmad, que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él, nunca golpeó a una mujer en su vida. En cuanto a la aleya del Corán que habla de golpear, significa golpear no extremamente en caso de desobediencia, este tipo de golpe o toque se describió en el derecho positivo de los Estados Unidos de América en algún momento como toques permitidos que no dejan rastro en el cuerpo, a lo cual se recurre para prevenir un peligro mayor que él, como que alguien le sacuda el hombro a su hijo cuando lo despierta de un sueño profundo para que no pierda la hora del examen.
Imaginemos una persona que encuentra a su hija parada en el borde de una ventana para tirarse, sus manos involuntariamente se moverán hacia ella, la agarrará y la empujará hacia atrás para que no se lastime, esto es lo que aquí se entiende por golpear a la mujer, que el marido trata de impedir que ella destruya su hogar y destruya el futuro de sus hijos.
Esto viene después de varias etapas, como se menciona en la aleya:
﴾Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres debido a las diferencias [físicas] que Al-láh ha puesto entre ellos, y por su obligación de mantenerlas con sus bienes materiales. Las mujeres piadosas e íntegras obedecen a Al-láh y en ausencia de su marido se mantienen fieles, tal como Al-láh manda. A aquellas de quienes teman maltrato y animadversión, exhórtenlas, tomen distancia no compartiendo el lecho, y por último pongan un límite físico; si les obedecen [en lo que Al-láh ordena], no les reclamen ni recriminen más. Al-lah es Sublime, Grande﴿ [211] (Traducción del Corán, 4:34)
En vista de la debilidad de las mujeres en general, el Islam les ha otorgado el derecho de recurrir a la justicia si el marido se porta mal con ella.
El principio básico de la relación marital en el Islam es que se basa en el afecto, la tranquilidad y la misericordia.
﴾Entre Sus signos está haber creado cónyuges de entre ustedes para que encuentren sosiego, y dispuso entre ustedes amor y misericordia. En ello hay signos para quienes reflexionan﴿ [212] (Traducción del Corán, 30:21)