Todo en el universo está bajo el control del Creador, quien es el Único que posee el conocimiento integral, el conocimiento absoluto y la capacidad y el poder de someter todo a Su voluntad. El sol, los planetas y las galaxias han estado trabajando con suma precisión desde el comienzo de la creación, y esta precisión y habilidad se aplican de la misma manera a la creación de los seres humanos. La armonía que existe entre los cuerpos humanos y las almas demuestra que no es posible hacer que estas almas moren en los cuerpos de los animales y no puedan vagar entre las plantas y los insectos (reencarnando) o incluso en las personas. Al-láh ha distinguido al hombre con la razón y el conocimiento, lo ha hecho heredero en la tierra, lo ha favorecido y honrado y ha elevado su estatus por encima de muchas criaturas. Entre la sabiduría y la justicia del Creador está la existencia en el Día de la Resurrección en el que Al-láh resucitará a las criaturas y las juzgará, y su destino será el Paraíso o el Infierno (según sus acciones), y todas las obras buenas y malas serán pesadas en este día.
﴾(7) Quien haya realizado una obra de bien, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada. (8) Y quien haya realizado una mala obra, tan pequeña como un átomo, la encontrará registrada﴿ [86] (Traducción del Corán, 99:7-8)